
Messi-Neymar-Suárez. Con eso fue suficiente. El Barcelona se aferró a su tridente mágico para derrotar al París Saint-Germain, devolverle el 3-1 que encajó en el Parque de los Príncipes y acabar líder de su grupo, lo que le permitirá disputar en casa el partido de vuelta de los octavos de final, como era su deseo.
El Barça ataca o defiende, ha dejado de jugar a fútbol, o al menos juega de una manera diferente a como solía cuando mandaban los...